Fideicomiso: ¿Qué es y cuáles son sus ventajas y desventajas?

FIDEICOMISO

El fideicomiso consta de una herramienta de sustitución hereditaria en el que intervienen diferentes partes y se adquiere el compromiso de entregarse más adelante en las condiciones establecidas por el causante.

Se trata de un tipo de adquisición de propiedad muy especial que cuenta con sus ventajas y también con sus desventajas según la situación personal, familiar o financiera de cada persona.

Concretamente, en algunos países las cuestiones impositivas proclaman al fideicomiso como una buena alternativa, al mismo tiempo que a muchas personas no les conviene.

¿Quiénes intervienen en un fideicomiso?

En un fideicomiso, que a veces suele designarse como sustitución fideicomisaria, intervienen al menos tres personas:

El fideicomitente o causante: es el principal ya que es el testador; es decir, el propietario inicial de la propiedad legada, además del encargado de determinar el funcionamiento del fideicomiso en su testamento
El heredero fiduciario: es el que permite la existencia del fideicomitente. ¿Por qué? Porque es quien recibe el patrimonio para un tercero: el primer heredero directo, quien deberá luego conservar los bienes y derechos y hacer cumplir cada una de las condiciones
El heredero fideicomisario: A diferencia del fiduciario, es el heredero final. Sin embargo, existe la posibilidad de que el patrimonio se consuma antes, por lo que podría quedarse sin la propiedad

Características del fideicomiso

El fideicomiso es considerado una obligación compuesta ya que el heredero fiduciario adquiere el compromiso de entregarla al aceptar la herencia. Así, las dos principales cualidades que lo componen son la mencionada obligación de conservar el patrimonio, la posterior transmisión del mismo.

A su vez, existen dos tipos de fideicomiso: condicional o a plazo. En el primero el testador exigirá una condición mediante la cual será obligatorio que el fiduciario transmite la propiedad al fideicomisario.

Por su parte, en el segundo la condición será igual, pero variará según el transcurso del tiempo determinado en el testamento.

De todos modos, estos dos tipos de fideicomiso pueden resumirse también de la siguiente manera:

Fideicomisos en garantía: se constituyen como garantía del cumplimiento de obligaciones ya sea del fideicomitente o de una tercera persona
Fideicomisos de titulización: funcionan como respaldo de los derechos subyacentes a valores mobiliarios
Fideicomisos para encargos específicos: sirven para un contrato específico
Fideicomisos de fomento: sirven para el fomento de la garantía

No obstante, el causante se encuentra en condiciones de optar respecto a que la obligación del fiduciario sea de mera conservación y entrega o que incluya la administración patrimonial. En estos casos, al fideicomiso se lo denomina fideicomiso de residuo.

¿Qué ventajas tiene el fideicomiso?

Pese a todos los términos técnicos y los requisitos, el fideicomiso resulta muy útil para cientos de miles de personas y familias; suele emplearse ya que permite un mayor control sobre el destino de los bienes integrantes del caudal hereditario.

Además, y en paralelo a esto último, el fideicomiso evita que el patrimonio hereditario escape del círculo familiar más allá de poder realizar otras acciones como alquilarlo o prestarlo por un lapso de tiempo determinado.

Al mismo tiempo, se trata de una herramienta muy útil para flexibilizar el régimen sucesorio y garantizar que los herederos recibirán su parte cuando llegue el momento indicado y establecido.

Lo cierto es que, el hecho de que un fideicomiso nunca te pertenezca de manera íntegra implica una importante ventaja en, por ejemplo, países con cargas impuestarias muy elevadas.